Luis Soriano Bohorquez (español)

Puede ser difícil definir qué es un héroe. ¿Cuáles son los criterios para ser una inspiración para su comunidad y al mundo? ¿Es un sentido de la bondad que no se ve en el mundo diario? ¿O es la capacidad de poner a los demás y su lucha antes que el suyo? ¿Puede ser una abnegación de trabajar para ser una voz a quienes no la tienen? De hecho, el verdadero heroísmo es una combinación equilibrada de todas estas cosas: el deseo por ayudar a los necesitados, la necesidad de ser la voz de los que no tienen ninguna y la bondad real. El hombre de la película corta Biblioburro, Luis Bohórquez, es de hecho una de estas personas que son la definición de lo que se necesita y lo que significa ser un héroe. Luis Soriano Bohórquez es un hombre que pone a otros antes de él y lo hace por el bien de su comunidad y aquellos que heredarán el mundo que dejaremos atrás, nuestros hijos.

Luis Bohórquez es un ejemplo de verdadero heroísmo, porque él trabaja duro para unir dos mundos que no suelen tener la oportunidad de coincidir: la alfabetización y la juventud en las montañas de Colombia. Durante diez años, Bohórquez ha sido profesor y bibliotecario de una escuela llamada La Gloria. Él viaja por todas partes, a veces hasta 8 horas a la vez, para llevar libros a los niños pequeños en las montañas de las ciudades que rodean la suya. Bohórquez dirige la única biblioteca por kilómetros, que también pasa a ser su casa y porque algunas de las personas que viven en las aldeas de las montañas son muy pobres, no tienen el lujo de ofrecer una educación integral a sus hijos. Así, en un esfuerzo para garantizar una igualdad de oportunidades para todos los niños, y para luchar contra lo que él llama “la ignorancia campesina”, él carga su burro con decenas de libros a la vez y viaja a estos pueblos y enseña a los niños de la localidad a leer.

Algo tan simple no puede parecer como algo que puede definirse como muy heroico. Sin embargo, si se considera una persona como las verdaderas intenciones de Bohórquez, uno no puede verlo en cualquier luz que no sea un héroe. Bohórquez dedica su vida a la enseñanza de los niños pobres de su pueblo porque siente que es necesario darles la mejor herramienta que pueden tener los adultos, una educación. No sólo es una educación necesaria para estos jóvenes, pero la capacidad de comprender el mundo en que viven y por lo tanto para entender sus "derechos, deberes y compromisos" es lo que sera verdaderamente necesario. Sin el conocimiento de quiénes son y de los derechos que cada un tiene, estos jóvenes podrían estar en una gran desventaja. Sin embargo, Bohórquez quiere que ellos conozcan sus derechos y privilegios para que esten informados, pero sobre todo para que cada uno tenga el control de su propio destino.

Aparte de esto, Luis Bohórquez es un dechado de bondad pura y por lo tanto, un verdadero héroe. Sin duda, él no necesita ir tan lejos para llevar la alfabetización y un amor por el aprendizaje a estos. Nadie le pide hacerlo y nadie está exigiendo resultados de sus acciones. Sin embargo, de algún lugar noble, y definitivamente, un lugar bueno por naturaleza, Bohórquez se eleva por encima de la ocasión y sólo hace lo que él considera ser lo mínimo de lo que su comunidad necesita. No lee a los niños por obligación, lo hace de un cierto tipo de necesidad, su propio tipo de compromiso. Bohórquez considera que es obra de su vida "ser útil a la comunidad que [él] pertenece".

No hay duda de que Luis Soriano Bohórquez es un ejemplo de lo que universalmente se considera un héroe. Su deseo de enseñar y a las medidas que va con el fin de llevar la alfabetización a los jóvenes desfavorecidos de Colombia son admirables y nada menos que de inspiración. Bohórquez es realmente un héroe porque él va más allá para asegurar que el futuro de la juventud de Colombia sea brillante y justo lo que el nombre de su escuela se propone, definitivamente "una gloria".