Carlos Juan Finlay era un físico y científico cubano importante del siglo veinte. Él fue la primera persona en resolver el misterio de cómo la fiebre amarilla, una enfermedad mortal que afectaba la población de su país, infectaba a la gente saludable. Desde el siglo quince, cuando se vieron los primeros casos, la causa de la enfermedad causaba confusión entre los médicos y científicos. Finlay describió que la enfermedad se transmitía por los mosquitos. Finlay tuvo mucha resistencia de otros científicos cada vez que presentaba sus ideas. De hecho, en sus primeros años, Finlay solo pudo convencer a una persona, un físico cubano llamado Claudio Delgado.
Finlay sabía que sus teorías tendrían una gran cantidad de denegación por parte de otra gente. Él admitía que sus encuentros estaban rechazando todo lo que otros científicos habían creído en el pasado. Pero, las reacciones de sus compañeros no causaron que los descubrimientos fueran conocidos y él quería demostrar que estaban equivocados. De los años 1881 a 1900, Finlay empezó una serie de 102 experimentos con sujetos voluntarios de prueba humana para saber más sobre la fiebre amarilla. Él tenía dos logros en mente: demostrar que su hipótesis era correcta y encontrar una manera de inmunizar a los humanos de esta enfermedad. Durante sus experimentos, Finlay tuvo éxito en infectar a sus voluntarios con la fiebre amarilla con un mosquito. Aunque tenía pruebas contundentes, la comunidad científica continuaba negando sus conclusiones.
Aunque los funcionarios de salud pública no creían nada de lo que Finlay les presentaba, sí que encontró un poco de éxito. Él se convirtió en un prominente funcionario de salud pública en La Habana, Cuba y la Comisión del Ejército de los Estados Unidos de la Fiebre Amarilla usaban sus descubrimientos y sugerencias. Un corto tiempo después que Finlay se involucró con la Comisión, su momento de brillar finalmente llegó. La Comisión decidió hacer un experimento oficial para comprobar su teoría de los mosquitos y los resultados confirmaron todo lo que Finlay había dicho. La carrera de Finlay acabó con él siendo el jefe oficial de la sanidad en Cuba por ocho años hasta que se jubiló en 1909. El trabajo que hizo Finlay no pasó desapercibido. Fue nominado siete veces para el Premio Nobel de Fisiología o Medicina y recibió la Orden Nacional de la Legión de Honor de Francia en 1908. Adicionalmente, fue miembro de la Real Academia de las Ciencias Médicas, Físicas y Naturales en La Habana. Aparte de sus logros en las carreras de ciencias y medicina, Finlay sabía hablar muchas lenguas y escribió más de 40 artículos sobre la fiebre amarilla. Sin la persistencia de Carlos Juan Finlay para comprobar sus teorías de la fiebre amarilla, las ciencias y la medicina seguramente no serían tan avanzadas como son hoy en día. Él es mi héroe porque impidió que mucha gente fuera infectada con una enfermedad terrible.
Page created on 8/12/2014 4:15:01 PM
Last edited 8/12/2014 4:15:01 PM