Isabel Allende es una novelista Chilena-Americana - aunque nació en Lima, Perú, el 2 de agosto de 1942 - considerada una de las primeras, más destacadas, y más elocuentes novelistas femeninas de América latina.
Aunque sus escrituras están llenas de magia y de mito, y evidentemente como tal, en su increíble imaginación, su método de trabajar, esta basado en un realismo metódico. Ella usa una computadora de las 9 de la mañana hasta las 7 de la noche, 6 días a la semana hasta que completa su proyecto -- y comienza siempre el 8 de enero. Éste es el día que ella considera el más afortunado en término de su carrera, tal que es el día que ella escribió la primera de muchas cartas a su abuelito que se estaba muriendo, cuales llegaron a ser el libro La casa de los espíritus.
Considerada un héroe por muchas personas en su tierra nativa y alrededor del mundo, Allende considera sus héroes personales a esas mujeres que cuidan y apoyan a sus familias, a pesar de la pobreza y el abuso.
Esto se ve claramente en sus novelas, en las cuales ella escribe de las experiencias de las mujeres.
Sus propias experiencias también le ha dado una mayor profundidad a su trabajo. Su padre, Tomas Allende, era diplomático chileno en Perú, y el primo de Salvador Allende, presidente de Chile de 1970-1973. Cuando Tomas "desapareció" en 1945, su madre, Francisca Llona Barrios, llevo a la familia a Chile, y después brevemente a Bolivia y a Líbano. Volvieron a Chile en 1958 para que Allende pudiera continuar su educación allí.
Allende se casó en 1962, y aunque tuvo dos niños que ella adoraba, Paula y Nicolás, dicen que ella bregaba con la gran diferencia entre la posición sumisa que su marido exigía, y su renombre público, donde ella era una personalidad de televisión, una escritora querida, y una feminista.
Ella también trabajó brevemente traduciendo novelas románticas de ingles a español, pero la despidieron por hacerles cambios a los libros que no habían estado aprobados, cambios que hacían aparecer más inteligentes, independientes, y caritativas las protagonistas femeninas.
La experiencia profesional diversa de Allende también ha incluido ser editora de revistas, escritora de cuentos de niños, productora de programas de televisión, periodista, e incluso administradora de escuela. Ella también trabajó en la organización agrícola y del alimento de la O.N.U en Chile y después en Bélgica, y alrededor de Europa.
Interesantemente, de periodista ella había querido entrevistar a el poeta chileno famoso, Pablo Neruda. Él la rechazó, diciéndole que ella tenía una imaginación demasiado grande para ser periodista, y debería en lugar ser novelista. Él la animó a crear un libro con sus columnas satíricas, que últimamente llego a ser su primer libro publicado.
El golpe militar que trajo al poder al dictador Pinochet en 1973 inesperadamente puso a Allende en una posición diferente-- el de ayudarle a escapar a ésas personas inocentes puestas en una lista criminal por el gobierno, hasta que ella también se encontró en ésa lista, y tuvo que huir a Venezuela en donde vivió por 13 años.
La vida de Allende había cambiado evidentemente de manera dramática a través de los años, y en 1988, durante una visita a California, ella conoció a su segundo marido, un abogado y novelista con quien todavía vive en el área de San Francisco, California, ahora como ciudadana de los EE.UU. Allí esta rodeada por la mayor parte de su familia, incluyendo su hijo, yerno, y nietos.
Agregando a su experiencia profesional extensa y variada, ella incluso ha enseñado en las varias universidades de los EE.UU.
Su estrella literaria también ha continuado a brillar a pesar de los ensayos personales que ella aguantó, y en 1994 la honraron con la orden de mérito de Gabriela Mistral, convirtiéndose en la primera mujer en recibir esa concesión prestigiosa. Ella también recibió el premio de escritores de Dorothy y Lillian Gish. ¡En 2006 ella incluso fue uno de los 8 portadores de bandera en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno en Italia! En 2007, la revista Latino Leaders la nombró una de los tres líderes Latinos más influyentes.
La atracción de Isabel Allende supera límites culturales y de lenguaje y es basada en la gran literatura que ella produce, el trabajo caritativo en que ella participa, y la imaginación incesante e ilimitada que ella posee.
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